Guía de productos agroalimentarios de Cádiz: ¿Qué comer en cada estación?
El verano: junio – julio – agosto – septiembre
Llega el calor a la Janda del Litoral, y con él los productos ideales para nuestra mesa van cambiando poco a poco. Interesan sobre todo las verduras y frutas frescas ricas en agua, muchas de ellas para comerse crudas y con un objetivo claro: hidratar.
La huerta sostenible
En junio se inicia poco a poco la transición hacia el verano. Es época idónea para los pimientos, calabacines, pepinos… En ese sentido, cabe recordar las flores de calabacín, que pueden recogerse ahora y se pueden cocinar solas o rellenas en tempura. Siguen triunfando las ensaladas y las verduras asadas. En junio y julio disfrutamos especialmente en la Janda de la fresa y el limón, pero también de los ajos, calabazas, brócoli, cebollas (la temporada se inicia en septiembre), coliflores, berenjenas, judía verde, nabos, puerros, rábanos (ideales para ensaladas y platos fríos)… Y, por supuesto, de la lechuga, el tomate y la zanahoria. En julio y agosto se siembra la patata de fuera de temporada y en septiembre se produce una siembra temprana de zanahoria. En agosto se reduce la recolección y se despiden algunas frutas, pero en septiembre la verdura y la fruta vuelven con fuerza, preparándose para el otoño. Se inicia un nuevo ciclo, con nuevos colores y sabores… pero eso es otra historia…
Todos estos productos podéis encontrarlos en la Janda gracias a Viviendo en el Campo, Tomás Vela, El Huerto del Abuelo, Conil la Ecológica, Huerta Ecológica La Marisma, El Cubillo, Ecocinelle, Oleoconil o grupos de consumo como El Zaguán o Malasjierbas.
Un toque exótico
En la Janda tenemos además la suerte de disfrutar de frutos exóticos nada comunes y deliciosos al paladar: el kumquat, el limequat y el caviar cítrico, que cultiva Bio Jara y se pueden consumir frescos hasta junio. Además, el caviar cítrico tiene una cosecha a final de agosto y en septiembre.
Flor de sal
Al atardecer, cuando el sol cae sobre las salinas, aparece sobre ellas una capa flotante de sal cristalizada en la superficie del agua de los tajos, formada solamente por la acción del viento y del sol. Es la célebre flor de sal, recogida al atardecer y manualmente. La flor de sal se consume todo el año gracias a empresas como Salinas de Chiclana, pero es en julio, agosto y septiembre cuando se recoge. No olvides combinarla con tu ensalada, patatas aliñadas o tomate natural de la huerta sostenible de la Janda.
Y, por supuesto: ¡ternera retinta!
Llueva o haga sol, siempre es buen momento para consumir carne de ternera retinta (de La Era o Hermanos Mongar) con una copa de vino tinto (en la Janda no os perdáis los de Sancha Pérez). O, si prefieres un refresco, con una limonada ecológica de Patria Pura o una deliciosa kombucha de La Kombu. Esta bebida a base de té, azúcar y kombucha es un sustituto ideal y natural para los refrescos.
Si lo tuyo es el pescado…
Gracias a las conservas de La Chanca o El Ronqueo, durante todo el año puedes consumir en la Janda los mejores productos del mar, y muy especialmente el atún rojo salvaje de almadraba, hasta primeros de junio en fresco.
Productos perennes
No olvidamos los productos de la Janda sostenible que se consumen todo el año: el jamón y caña de lomo ibéricos (El bocado ibérico), los quesos y lácteos (El cabrero de Bolonia, además, os lleva a conocer el proceso de fabricación en su ruta), pan ecológico (Das Brot, La cremita, La panatería), los preparados de algas en conserva de Suralgas, la deliciosa miel de Apícola Patiño o Bee Tarifa, la pastelería tradicional de Tres Martínez y Ecobakery Gluten Free o las hierbas aromáticas como el orégano, hierbaluisa y malvaluisa, como las que podéis encontrar en establecimientos como Herboristería Carmen Palma, La Biobodeguita y Verde Esperanza.